1.Plovdiv, Bulgaria
¡La ciudad de la que ni siquiera tu amigo blogger de viajes de moda ha oído hablar! Plovdiv, el elegante hermano mayor de Sofía, la capital de Bulgaria, hace alarde con orgullo de su ecléctica historia con un colorido mosaico de arquitectura romana, bizantina y otomana. Pasee por las pintorescas calles adoquinadas, aventúrese en el magnífico casco antiguo y piérdase en los callejones escondidos que rezuman encanto y susurran innumerables historias del pasado. No te pierdas el anfiteatro romano, uno de los mejor conservados de su tipo, con espectaculares vistas de la ciudad. ¿Cansado de tanto caminar? Tómese un respiro en uno de los muchos parques de Plovdiv o relájese en el artístico distrito de Kapana, donde las calles cubiertas de graffiti están repletas de vibrantes cafés, bares y galerías. Recuerde, no es un rumor: ¡la vida nocturna búlgara es muy buena!
2. Tiflis, Georgia
¡No, no el estado en los EE. UU.! ¡Estamos hablando de la tierra donde el vino y el khachapuri (pan relleno de queso) fluyen como ríos caudalosos! Tbilisi, la capital de Georgia, es la combinación perfecta de preservación histórica y delicias urbanas ostentosas. Descubra la espectacular fortaleza Narikala del siglo XIII ubicada sobre una colina, a la que se puede acceder en teleférico o una caminata para los más deportistas. Pasee por las calles estrechas y maravíllese con la hermosa mezcla de arquitectura europea, soviética y tradicional georgiana. Satisfaga los antojos de su alma con una visita a los antiguos baños de azufre y luego recompense sus papilas gustativas con unos celestiales khinkali (empanadillas georgianas). La floreciente escena gastronómica de Tbilisi tiene algo para todos los gustos, ya que ofrece deliciosas especialidades locales y cocina internacional moderna. Y no nos olvidemos de la próspera vida nocturna, donde los amistosos brindis georgianos y los bailes tradicionales espontáneos garantizan que su corazón y su copa se desbordarán.
3. Valparaíso, Chile
Valparaíso, que no debe verse eclipsada por su primo más grande y ostentoso, Santiago, es una joya sin pulir que lo deslumbrará y encantará. Valparaíso, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en la costa chilena, es un laberinto de calles montañosas, arte callejero asombroso y funiculares desvencijados que infringen todas las normas de salud y seguridad que pueda imaginar. Olvídate de la guía y simplemente piérdete en el laberinto de casas coloridas y murales extravagantes. ¿Necesitas un respiro? Instálese en uno de los muchos cafés o restaurantes bohemios que ofrecen suntuosos sabores locales y maravillosas vistas del Océano Pacífico. Y para una dosis de cultura, visite la cercana casa convertida en museo del querido poeta chileno Pablo Neruda, conocido como La Sebastiana.
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